Hidratar la piel y nutrir la piel son expresiones que a menudo se emplean indistintamente. Pero no tienen el mismo significado, puesto que hacen referencia a problemas diferentes y buscan, por tanto, objetivos distintos. En este artículo arrojamos un poco de luz sobre ello: te explicamos a fondo cada concepto y te damos algunas pinceladas sobre cómo hidratar la piel y cómo nutrirla con los productos de Avena Kinesia.
Diferencias entre hidratar y nutrir la piel
Para entender el significado de uno y otro término, nada mejor que acudir al DRAE:
- Hidratar: “Proporcionar a algo, especialmente a la piel o a otro tejido, el grado de humedad normal o necesario”
- Nutrir: “Aumentar la sustancia del cuerpo animal o vegetal por medio del alimento, reparando las partes que se van perdiendo en virtud de las acciones catabólicas”
Como ves, hemos copiado íntegramente algunas de sus acepciones, pero hemos destacado en negrita los términos realmente clave. Cuando hidratamos la piel, solo actuamos sobre el nivel de agua de ésta. Sin embargo, cuando nutrimos la piel vamos un paso más allá en la reparación de su composición, en concreto, se actúa también en su nivel de lípidos, principalmente en la barrera cutánea, que es la que evita la pérdida de humedad interior y la que protege frente a agresiones externas.
Cómo hidratar y nutrir la piel
Ahora que ya conocemos la diferencia entre hidratar y nutrir la piel, resulta interesante cómo mantener la piel hidratada y cómo mantenerla nutrida. Y veremos que, en muchos casos, son dos aspectos que van de la mano.
Tener la piel seca o deshidratada puede deberse a factores de nuestro propio organismo. Sin embargo, también puede deberse a factores externos, como por ejemplo la aplicación de cosméticos agresivos, la exposición prolongada al sol, el estrés, la sequedad del ambiente o determinados fármacos. Por ello, una primera medida para prevenir la deshidratación es evitar esas situaciones, y una segunda medida es la aplicación de cremas hidratantes básicas y de composición natural.
Por otro lado, un déficit lipídico en la barrera cutánea propicia también su deshidratación, pues impide que se retenga adecuadamente la humedad que está presente en la piel de manera natural. Y esto, en muchos casos, está relacionado con la edad o desequilibrios en el propio metabolismo.
Por ello, en estos casos conviene aplicar soluciones que reparan dicho déficit lipídico en la piel: se trata de un aporte adicional de ese componente graso tan necesario en nuestra barrera cutánea para que realice esa doble función de retener humedad y proteger la piel frente agentes externos.
Avena Kinesia te ayuda a hidratar y nutrir la piel
Como hemos visto, nutrir la piel va un paso más allá que simplemente hidratarla. Por ello, se recomienda la utilización de productos especialmente indicados para ello, que suelen estar clasificados como ‘reparadores’. Eso es precisamente lo que ocurre con nuestra gama Reparador, que está formada por un gel de ducha sin jabón y por una loción corporal.
El primero se utiliza directamente durante el baño como producto limpiador, puesto que el término “sin jabón” hace referencia a su bajísimo nivel de sulfatos. El segundo, en cambio, es un magnífico complemento al primero y se ha de utilizar después de la ducha, como parte de la rutina de cuidado diario.
Estos productos son beneficiosos para la piel en general, pero también lo son para misiones más específicas, como nutrir la piel de la cara. En cualquier caso, también puedes consultar a tu dermatólogo para valorar la posibilidad de aplicar soluciones más orientadas a esta u otras partes del cuerpo.